jueves, 4 de noviembre de 2010

Aún es incierto el futuro de los videojuegos en EEUU

te meto un churrasco
La mayor industria del entretenimiento navega aguas pantanosas: en medio de la disputa legal en California por la prohibición de los videojuegos violentos a menores de edad, las opiniones en la corte son filosas y por ahora están lejos de llegar a un acuerdo ¿cómo creen que terminará todo?
Tal como anunciamos hace unos días, la Corte Suprema de EEUU está debatiendo la prohibición a menores de comprar videojuegos violentos, que contengan asesinatos o contenido sexual: la decisión final se tomará a mediados de 2011.
Particularmente se trata de un caso que estudia la normativa (que todavía no entró en vigencia) que prohibe en California (Estado gobernado por el ex Terminator Arnolod Schwarzenegger -sí, el mismo que ganó millones de dólares disparando a policias en sus películas) la venta o alquiler de videojuegos que despierten “intereses desviados o mórbidos” en los menores de 18 años.
Quienes se oponen a esta medida alegan que la prohibición viola la Primera Enmienda de la Constitución de EEUU, que consagra la libertad de expresión. No obstante, los partidarios a esta prohibición afirman que esta ley es necesaria para proteger a los menores de los posibles daños que los videojuegos violentos pueden causarles.
Según la BBC, los jueces parecen estar divididos. Así, el presidente del Alto Tribunal, John Roberts, se inclina hacia la protección de los menores, mientras que el juez Antonin Scalia ha mostrado su preocupación sobre una decisión que podría perjudicar la libertad de expresión.
“Nunca se ha entendido que la libertad de expresión no incluyera representaciones de la violencia. Se está planteando una prohibición completamente nueva, que el pueblo de Estados Unidos jamás ratificó al ratificar la Primera Enmienda”, comentó Scalia.
El juez Stephen G. Breyer dijo que el sentido común debería permitir al Gobierno a ayudar a los padres proteger a los niños de juegos que incluyen representaciones de “gratuita, dolorosa, terrible violencia y torturas sobre los niños pequeños y las mujeres”.
Otro juez, Samuel Alito, le recordó que los videojuegos del siglo XXI “no pudieron haber sido previstos en el momento en que la Primera Enmienda fue ratificada,” por lo que sería “totalmente artificial” asumir que los videojuegos juegos tienen la misma protección constitucional que los libros, según el diario The Wall Street Journal.
Esta ley californiana en cuestión data de 2005 y aún no ha entrado en vigor. Según la norma, los padres podrían comprar videojuegos con contenidos violentos a sus hijos, pero las tiendas no podrían vender nada a un menor bajo amenaza de multa de hasta 1.000 dólares (algo relativamente poco costoso si nos ponemos a pensar en la cantidad de recursos que se están moviendo para tal fin).
Como siempre, entre los defensores de esta ley se encuentran grupos conservadores y asociaciones pediátricas, que alegan que la protección de los menores está por encima que cualquier argumento. Mientras tanto, la industria del videojuego asegura que no existen pruebas de que los videojuegos videoviolentos sean más dañinos que la televisión, los libros o las películas.

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